El
Acompañamiento Terapéutico (AT) se presenta hoy como unos de los dispositivos
de intervención socio comunitario más difundido del mundo, compartiendo su
lugar con otros dispositivos de importancia como los equipos Tratamiento
Asertivo Comunitarios (TAC), afines a la Rehabilitación Psicosocial, muy extendida
en Europa y que marca las pautas básicas de atención de la mayoría de los
Centros, Servicios y Programas de intervención pública en salud mental.
Surge hace más de 40 años, con la finalidad de abarcar aquellos espacios, que hoy denominamos “lo cotidiano”, en pacientes graves que requerían una atención continuada, pero tenían una autonomía suficiente como para permanecer en sus casas.
De los efectos de esas primeras experiencias se constituye lo que se llamó “amigo calificado” y que luego recibiría el nombre de “acompañamiento terapéutico” (a partir de ahora AT).
Con mas de 40 años de experiencia, miles de profesionales formados trabajando en diferentes campos de intervención (salud mental, judicial, educación, adopción, etc.), el acompañamiento terapéutico se sostiene sobre el trabajo del vínculo en lo cotidiano, en linea con la investigación actual, que determina que la relación terapéutica es el principal predictor de éxito en los tratamientos.
En España hay varias instituciones que trabajan en la difusión y aplicación de esta metodología en el ámbito de la salud mental, la Asociación Pasos ha ayudado a desarrollar este campo colaborando en la organización de diferentes eventos nacionales y comunitarios como el I Congreso Español de Acompañamiento Terapéutico, la I y II Jornadas Madrileñas de Acompañamiento Terapéutico y diversos talleres, cursos y encuentros con referentes nacionales e internacionales.
¿Qué es el acompañamiento terapéutico?
Legitimada en varios países desde el ámbito institucional (hospitales estatales) y académico (universidades estatales), el acompañamiento terapéutico podría definirse de forma amplia como un servicio de baja exigencia, no directivo que desde una perspectiva clínica y socio-comunitaria brinda atención y apoyo a familiares y usuarios ambulatorios, o con internación domiciliaria, en espacios públicos o en el domicilio del usuario en clave de acompañamientos individuales y grupales, promoviendo un vínculo terapéutico basado en la participación y la autonomía del usuario en la toma de decisiones acerca de su tratamiento, sea éste en el ámbito de la prevención, la asistencia o la reinserción.
El acompañamiento terapéutico estaría llevado a cabo por un profesional que desempeña la función de acompañamiento y que ha sido formado específicamente para cumplir esta función, trabaja en el marco de un equipo de Acompañamiento Terapéutico y se supervisa con un profesional especialista, que lo ayuda a guiar su práctica y a analizar adecuadamente el caso con el que esta trabajando.
La Filosofía de atención del Acompañamiento Terapéutico, se guía por lo siguientes puntos:
·
El
territorio del AT es el vínculo afectivo con el acompañado,
relación entre dos personas
implicadas en un proceso de descubrimiento y re-descubrimiento compartido sin
la cual no hay acompañamiento posible. El establecimiento de un vínculo
positivo y de confianza es un objetivo prioritario para el AT.
·
La
relación entre at y acompañado obtiene su legitimidad desde un tercer elemento
denominado encuadre, que recoge tanto
las condiciones contractuales, como los acuerdos tácitos e implícitos entre el
acompañante, el acompañado y su entorno. El encuadre es el marco de referencia
que da sentido a todas las intervenciones.
·
El
AT se desenvuelve en lo cotidiano
morada de los afectos y vínculos primitivos más intensos a partir de la cual
desarrolla un estilo de intervención específico que consiste en intervenir sin interrumpir, adaptándose
al marco referencial y la cadencia rutinaria de la vida cotidiana del acompañado.
·
El
ámbito de intervención del AT es el de la intervención
socio comunitaria.
·
Un
AT no trabaja solo, requiere de un Equipo
que lo acompañe, un Coordinador que
aporte una estructura normativa, y un Supervisor
que pueda re-significar y re-conducir los elementos de la subjetividad de los
acompañantes que puedan hacer obstáculo en la relación con el acompañado.
·
Las
herramientas del at son su cuerpo, la palabra y su capacidad de escucha
al servicio del vínculo, así como su creatividad,
el juego y habilidades personales técnicas y no técnicas. El at no trabaja
desde su sentido común sino desde una espontaneidad
trabajada.
·
El
AT busca la subjetivación de la persona, restituyendo a partir de la escucha y
la palabra, su condición de sujeto, evitando la alienación y la identificación
a la enfermedad del discurso medico psiquiátrico.
De estos
principios, condensados aquí con una finalidad pedagógica, se desprenden los elementos
que constituyen el corpus del Acompañamiento Terapéutico.